Fitness en la Nube

Luis Carballo
Fitness en la Nube
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  • No eres un caso de éxito, eres un cebo
    En el mundo del fitness, las fotos de antes y después se han convertido en la munición pesada del marketing. Un trozo de carne flácido frente a un “ser de luz de que podría ser reclutado por los mismos Vengadores. El problema es que no estás viendo una transformación real… estás viendo un cebo. Un cebo diseñado para que compres esperanza. ¿Qué es el Sesgo del superviviente? El sesgo del superviviente es una falacia lógica: nos fijamos solo en quienes “sobrevivieron” al proceso (o tuvieron éxito), ignorando a los que no. Durante la Segunda Guerra Mundial, los militares analizaban los impactos de bala en los aviones que regresaban para reforzar esas zonas. Pero fue el estadístico Abraham Wald quien advirtió que esos datos sólo cubrían a los aviones que volvieron. Los que no volvieron — los verdaderamente dañados — no eran visibles. Y fueron precisamente esas zonas (las que no tenían impactos de bala) las que hubo que blindar. Es igual que en los hospitales se veía a más gente con impactos de bala en las piernas que en el pecho ¿Es porque los balazos en el pecho son más inofensivos? No, al contrario, son mucho más letales. Por eso a quienes herían en el pecho a menudo no llegaban al hospital. El sesgo del superviviente… aplicado al fitness Cuando un entrenador publica una foto de transformación espectacular, no te está mostrando un caso promedio. Te está mostrando a ese 1% que lo logra. Es decir: el mejor cliente, con genética, implicación, contexto y por qué no decirlo, quizás algo de suerte. Eso no es la norma, es la excepción. La mayoría de sus clientes no son «aptos» para ese tipo de fotografías. Pero a esos no los ves. No ves a los que no cambian o cambian mínimamente, a los que abandonan o a los que se mantienen en un bucle constante de mejorar-empeorar. Y así, te hacen creer que lo extraordinario es normal. Pero eso no es una transformación, es solamente marketing de moralidad cuestionable. Expectativas irreales y desilusión Esas fotografías te hacen creer que tú también podrías ser ese de la imagen, aunque tu vida, tu genética, tu implicación y todos los factores que han permitido esa imagen sean totalmente diferentes a los tuyos. No estás contratando a un entrenador, estás comprando esperanza atraído por los cantos de sirena de una imagen que estadísticamente es poco probable que tú puedas replicar. Porque ese entrenador seguirá mostrando a su mejor 1% y lo más maquiavélico de todo es que cuantos más clientes tenga ese entrenador, más fotografías impresionantes podrá publicar aunque siga siendo un 1%. Eso hace que muy pronto, el 99% de sus clientes esté viviendo de la esperanza de conseguir lo que tiene el otro 1%. Yo no voy a decir si esto está bien o está mal, lo único que digo es que yo nunca he usado fotografías de transformaciones, primero porque para mi eso no son transformaciones, porque matarte de hambre para bajar de peso es algo que cualquiera puede hacer y donde está realmente la dificultad es en mantener eso. Con lo que si yo expusiera fotografías de antes y después, debería haber al menos 3 fotografías, la de antes, la de después y la de después de la de después que es la que a mi me interesa más. Y eso no se ve nunca. Pero es que además, aunque se venda como inspiración para otras personas, en realidad es un cebo para que pienses que tú puedes conseguir lo mismo y ya hemos visto que estadísticamente es mucho más probable que no lo consigas, con lo que no eres un caso de éxito, eres solamente un cebo para que pique más gente. Pero esto es lo mismo que los testimonios sobre las dietas, los que dicen que los ayunos les han ido muy bien, los que te dicen que son carnívoros, los veganos, los paleos, los cetogénicos y toda la parafernalia. Solo estás leyendo al que le ha ido bien, pero no lees a los cientos que les ha ido mal. Es puro sesgo del superviviente. Por eso te digo que si tu coach quiere publicar tus fotografías en bragas en instagram, no es para darte reconocimiento ni para que seas una fuente de inspiración, es para que seas un cajero automático. Origen
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    6:34
  • La clave para que una dieta funcione
    En el mundo del fitness y la nutrición hay una paradoja bastante importante, y es que a pesar de si buscas en un archivo como Casa del Libro puedes ver casi 45.000 libros solo en castellano dedicados a las dietas, como sociedad, estamos más gordos y más enfermos que nunca. Entonces, algo tiene que pasar que esos 45.000 libros cada uno con su propio enfoque de alimentación, no son capaces de solucionar. Y eso es porque la nutrición es lo más aburrido del mundo. Y es cierto que esto puede ser una opinión personal y quizás hay gente que le apasiona la nutrición, pero a mi no. Porque creo que el mayor resumen de esos 45.000 libros y la mayor masterclass de nutrición se puede resumir en las palabras de Michael Pollan: Come alimentos, no demasiados y principalmente plantas. A partir de aquí, depende de ti lo que lo quieras complicar porque el problema de que estos 45.000 libros no solucionen nada es básicamente que cada uno de esos libros te impone una forma de comer. Hay libros que defienden un contenido alto en carbohidratos, mientras que otros defienden un contenido muy alto en grasa, otros defienden que solo puedes comer a unas horas, otros defienden que tienes que hacer 5 comidas diarias, otros que solamente una. Algunos demonizan unos alimentos, otros demonizan otros. Pero el desenlace es el mismo TODOS te dan unas reglas para cumplir. Y ahí está precisamente el problema: ¿Cuánto tiempo crees que podrás aguantar siguiendo una dieta aplicando las reglas de otra persona? Pues depende de las reglas, pero comer cada día según las reglas de otro me parece un sacrificio que casi nadie va a llevar a cabo en el medio-largo plazo. Pero eso es parte del negocio porque desde que empiezas una nueva dieta hasta que la acabas porque no la puede seguir soportando ha dado tiempo a que se añada a ese archivo un nuevo libro con una nueva solución. Con lo que tú eres un cliente perpetuo de las nuevas y refinadas soluciones que te plantea la industria del fitness y sus influencers y siempre vas probando lo nuevo que sale sin darte cuenta de que siempre habrá algo nuevo que salga. Y esto solo es la maquinaria de una industria para sacarte todo el dinero posible en el mínimo tiempo posible, porque sinceramente el problema que tenemos de nutrición en el mundo occidental no es un problema de malnutrición por defecto sino por exceso. Comemos de más. Con lo que comiendo de más es raro que haya problemas de escasez de nutrientes. Y si tú le das al cuerpo los aminoácidos esenciales, los ácidos grasos esenciales y una cantidad de fibra decente, la forma en que organices eso no es tan relevante. De hecho, estudios como los de Kevin Hall demuestran que siempre y cuando las calorías sean iguales, llevar una dieta alta en grasa o alta en carbohidratos son enfoques totalmente válidos. Esto destruye por completo toda esa teoría de «calcular macronutrientes» y todas esas calculadoras que hay por internet y que te recomiendan los influencers de pacotilla que ves en las redes sociales. Porque tener un enfoque más alto en grasa o más alto en carbohidratos dependerá exclusivamente de tus preferencias personales, al menos en población general. Pero el 95% de los problemas que tiene la gente con su alimentación se arreglarían si consiguieran controlar su ingesta de energía. Y eso lo pueden hacer con más carbohidratos o con más grasa, es lo de menos porque depende de lo que tú prefieras. Y ahí está la clave, si quieres que una dieta dure en el tiempo no puedes pretender seguir una dieta de un tercero, por muy bonito, por muy listo, por muy fuerte o por muy bien que escriba sus libros porque siguen siendo sus reglas. No las tuyas, las suyas. Y hasta que no montes una dieta basándote en tus propias reglas, no la vas a poder seguir durante mucho tiempo, porque la única forma de mantener una dieta es que te guste la dieta que estás haciendo y para que te guste la dieta debe ser una dieta basada en tus reglas. Condicionada a ciertos factores, pero hecha según tus preferencias y la única persona que puede hacer eso, eres tú. Por eso cuando vas a un nutricionista y te pone una dieta: Y en la cabecera de la dieta te pone: Dieta de febrero. Te pone eso porque en marzo va a ser otra dieta distinta. O en otras palabras, es una dieta con fecha de caducidad por 2 motivos: El primero obviamente es que vuelvas al nutricionista en marzo para que te de la dieta de marzo porque la dieta de febrero si la haces en marzo no funciona, así que necesitas otra dieta nueva. Con lo que el nutricionista se asegura de que vas a volver el mes que viene y además, es un truco psicológico muy bueno para ti también porque como te va a dar asco la dieta de febrero, de alguna forma tú sabes que solo tienes que aguantarla durante un mes y que el mes que viene, en marzo, el nutricionista te dará otra dieta nueva que esperas que te guste más, así que vas en marzo al nutricionista para que te den una dieta nueva donde en lugar de comer patata, vas a comer batata. Y reinicias el contador hasta que llegue abril para tener otra dieta nueva a ver si esa te gusta más. Pero ninguna te va a gustar porque no son tus reglas, son las suyas. Y seguramente sea lo más eficiente, lo más sano y lo que mejor te puede venir, no estoy culpando al trabajo del nutricionista, pero siendo lo mejor para ti, solo será mejor si eres capaz de mantenerlo en el tiempo. Y no vas a ser capaz. Así que la pregunta que quiero hacerte es ¿Qué valor tiene una dieta perfecta si no eres capaz de seguirla? Eso es lo mismo que posicionar tu página web en la página 2 de Google. Está posicionada pero no me sirve de nada a efectos prácticos. Por eso la gente sigue teniendo problemas con sus dietas a pesar de que haya decenas de miles de libros de dietas disponibles, porque la gente es inmadura y se deja guiar por sus emociones y mira su alimentación como una parte de su personalidad. Para que veas un ejemplo, hace un tiempo recibí este comentario en mi web: «Soy keto hace un año, he bajado 20 kilos, me siento súper bien, enérgica ,intento hacer ejercicio 3 o 4 veces por semana.» Fíjate como empieza la frase: Soy keto… No mira. Tú no eres keto. Tú eres una persona que de todas las opciones de alimentación que existen has decidido alimentarte usando mayoritariamente alimentos ricos en grasa. Y si te ha funcionado para perder peso, no es porque seas keto, es porque esa selección de alimentos unido a esas 3 o 4 sesiones de ejercicio semanales te han servido para generar un déficit calórico. Pero te hubiera servido igualmente la otra opción. Al final, esto es como la ropa que llevas puesta. La ropa que estás usando hoy sirve exactamente para lo mismo que la ropa que te pusiste ayer. Pero ayer escogiste una y hoy has escogido otra. La chaqueta que tienes hoy puesta te quita el frío exactamente igual que cualquier otra que tengas en tu armario. Pero elegiste ponerte esta. No es que esa chaqueta tenga propiedades místicas. Es solo una chaqueta, que por motivos de estética, de comodidad o simplemente porque te apetecía has decidido ponerte hoy. Pero cumple la misma función que las otras que se han quedado en el armario. La dieta es algo parecido. Por eso mi filosofía es que tú te crees tu propia dieta y no tengas que seguir las reglas de nadie, ni las mías ni las de este o las del otro. Sigue las tuyas. Porque aunque te hagas una dieta mediocre, vas a tener mucho mejores resultados con una dieta mediocre que consigas seguir que con una dieta perfecta que odies y que abandones al cabo de un par de semanas. Y para diseñar tu propia dieta lo tienes extremadamente fácil, puedes usar cualquiera de estas apps que hay por internet como myfitnesspal, fatsecret o similar o incluso puedes descargar mi planificador nutricional, gratis, que esta herramienta es la que usamos dentro de mi academia para montar nuestro plan de alimentación. No es ni mejor ni peor que las otras, pero es una herramienta que yo creé para que cualquier persona pudiera crearse su propia dieta y a través de un código de colores muy simple pudiera ver qué cosas le pueden faltar en su alimentación para que vaya solucionando esos problemillas según lo que quiera esa persona, no lo que quiera yo. Porque yo te puedo solucionar el problema de tu alimentación, pero te voy a generar otro, te voy a generar el problema de seguir las reglas que yo te he impuesto. Y esa es la clave para que una dieta funcione: Que seas tú quien se la diseñe en primer lugar, porque incluso si esa dieta que te has hecho tú no te funciona, como te la has hecho tú tienes el poder de cambiarla. Y puedes ver qué cosas te funcionan, cuantas comidas se adaptan mejor a ti, que alimentos te dejan mejores sensaciones, que alimentos te dejan peores sensaciones. Es tu propio libro de alimentación, no te hacen falta los otros 45.000. Ni siquiera los míos, yo he escrito 5 libros y aún así la única clave para que tu dieta funcione es que te la hayas diseñado tú en primer lugar. Origen
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    12:10
  • ¿Se puede perder grasa localizada? Si, pero…
    Durante años te han repetido lo mismo: “No se puede perder grasa localizada”, no puedes hacer nada, eso es pura genética… Pero esto NO ES cierto, porque sí que se puede perder grasa localizada, pero no como tú te imaginas. https://youtu.be/Lj8AtbmJgm4 Perder grasa localizada es imposible… ¿O no? Durante décadas, los estudios siempre han sido claros: Perder grasa localizada es imposible. Por mucho que entrenes una zona no vas a perder más grasa de ahí. Estudios como este, o este otro, o este, concluían que no se podía perder grasa de sitios específicos. Pero esos estudios tenían un problema enorme: los participantes no estaban perdiendo grasa global. Y es muy difícil (por no decir imposible) determinar si se puede perder más grasa en un sitio que en otro, cuando no estás perdiendo en ninguno. Pero otro estudio que involucraba a mujeres obesas, donde un grupo de ellas hicieron dieta (déficit calórico) y otro grupo hicieron dieta + ejercicios de abdominales. El resultado fue que ambos grupos perdieron la misma cantidad de grasa corporal y la misma cantidad de grasa abdominal. Por tanto, esto parece otro argumento para defender que no se puede perder grasa corporal, pero tiene algo de trampa porque las personas obesas tienen mayor tendencia a perder grasa corporal del tronco, con lo que es algo normal que la pérdida de grasa sea similar. No obstante, para lo que podría servir este estudio es para confirmar lo que siempre digo: El ejercicio físico NO SIRVE para perder grasa, porque si tu único objetivo con el ejercicio físico es perder grasa, en este estudio se vio como las mujeres que hicieron ejercicio como las que no lo hicieron perdieron la misma cantidad de grasa corporal. Otros estudios dicen otra cosa Otros estudios como este, confirman que cuando entrenas solamente las piernas (y no entrenas el tronco), pierdes más grasa de las piernas, mientras que cuando entrenas el tronco (y no entrenas las piernas), pierdes más grasa del tronco. Esto tiene sentido porque cuando entrenas una zona corporal concreta ocurre lo siguiente: Aumenta el flujo sanguíneo en esa área. Sube la temperatura local. Llegan más adrenalina y noradrenalina. Se moviliza más grasa de esa zona. La palabra clave: movilizar, pero mover grasa ≠ perder grasa. Si esa grasa que has movilizado de esas zonas no la oxidas, volverá al sitio de donde ha salido. Es decir, para perder grasa localizada necesitas un déficit calórico. Por eso, pasarse la tarde haciendo abdominales con la intención de bajar barriga es una pérdida de tiempo, porque aunque seas capaz de movilizar más grasa de la zona abdominal haciendo esto, si no la terminas oxidando habrás perdido el tiempo. Aunque técnicamente el tiempo lo has perdido de todos modos, porque incluso aunque mantengas un déficit calórico este enfoque seguiría sin ser interesante porque no es para nada eficiente. Es decir, ese tiempo que le dedicas a hacer centenares de abdominales podrías dedicarlo a seguir un programa sólido y estructurado, porque al final, el ejercicio físico no debería usarse para perder grasa, sino para construir. Realiza entrenamiento de fuerza para conservar y mejorar tu masa muscular y el déficit calórico se encargará de lo demás. Entonces, ¿se puede o no se puede perder grasa localizada? La respuesta final es: Sí, pero es irrelevante. Al final, la reducción localizada de grasa se puede dar…pero no lo suficiente como para justificar enfocar tus entrenamientos para perder más grasa de una zona u otra. Origen
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    6:15
  • 3 Preguntas esenciales para evaluar tu estilo de vida
    Todo el mundo dice que quiere un estilo de vida saludable. Todo el mundo presume incluso de tenerlo. Pero la realidad es otra: la mayoría vive en un autoengaño cómodo y peligroso. No lo digo yo, lo dicen los hechos. Cuando te haces las preguntas correctas, dejas de creer lo que te cuentas y empiezas a asumir lo que haces. Y ahí es donde aparece la verdad. Hoy te enseño las 3 preguntas que te permiten evaluar tu estilo de vida sin filtros, sin excusas y sin humo. No necesitas una app, ni un wearable, ni un coach. Solo un poco de atención y mucha honestidad. Pregunta 1: ¿Tu rutina diaria, repetida 100 días, te hace mejor o peor? Es una pregunta sencilla. Brutal, directa y sin lugar a escondites: “Si yo repitiera mi típica rutina diaria durante 100 días seguidos… ¿Mi vida sería mejor o peor?” El problema no suele estar en las grandes decisiones. Está en lo pequeño. En eso que hacemos y decimos “por un día no pasa nada”. La típica cerveza después de trabajar o ese entrenamiento que pospones o esa comida rápida porque “hoy no me apetece cocinar”… Por un día, no pasa nada pero por 100 pasa todo. La aeronáutica lo explica muy bien: Si un avión se desvía un solo grado, acaba una milla fuera de rumbo por cada 60 que recorre. Tu rutina te está llevando a algún sitio. La pregunta es: ¿Quieres llegar ahí? Pregunta 2: ¿Qué prioridades mostraría tu vida si alguien te observara una semana? Ésta es, quizá, mi favorita: Si alguien observara todo lo que hago durante una semana… ¿Cuáles diría que son mis prioridades? Todos tenemos dos listas de prioridades: Las que decimos. Las que demostramos. Y entre ambas suele haber un abismo. Dices que la salud es importante… pero no entrenas. Dices que quieres comer mejor… pero improvisas todas tus comidas. Dices que el descanso es clave… pero te acuestas viendo vídeos que ni recuerdas. Cuando pones a un observador imaginario a mirar tu semana, desaparece el autoengaño. Ese “baño de realidad” es muy poderoso porque cuanto mayor sea la distancia entre las prioridades que dices que tienes y las que en realidad demuestras con tus actos, mayor es el autoengaño. Pregunta 3: Si fueras el protagonista de una película… ¿Qué te gritarías ahora mismo? Esta es la vuelta de tuerca final. Si yo fuera el protagonista de una película y me viera desde fuera… ¿Qué me gritaría que tengo que hacer ahora mismo? Cuando vemos una peli, lo vemos clarísimo: – “¡No abras esa puerta!”– “¡No vuelvas con esa persona, te está destrozando!”– “¡No vayas por ahí que te van a matar!” Desde fuera, la perspectiva es otra. Por eso esta pregunta es tan poderosa porque te obliga a tener perspectiva externa sobre tu propia vida. Tienes que determinar si ese protagonista va hacia donde realmente debe ir o no. Evalúate con datos y evita el autoengaño Con estas tres preguntas ya tienes una radiografía honesta de tu estilo de vida.Pero si quieres afinar todavía más —sobre todo en el ámbito de la salud—, puedes dar un paso extra: Aquí tienes un test gratuito y rápido para evaluar tu perfil metabólico. Es simple, directo y te dice cuál es tu situación actual y tus prioridades más urgentes. Si combinas el test con estas tres preguntas, tendrás una visión completa. Y con esa información, puedes hacer lo que tienes que hacer: mejorar tu estilo de vida, sin historias, sin cuentos y sin autoengaño. Cuida de tu cuerpo… y tu cuerpo cuidará de ti. Origen
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    4:50
  • Cómo conseguir una mejor forma física que el 95% de la población (en 4 meses)
    Todo el mundo repite que “no hay secretos para ponerse en forma”, pero después de más de diez años entrenando a personas reales, te aseguro que sí los hay. Y no tienen nada que ver con dietas milagrosas, ayunos extremos o el último método que se pone de moda en redes sociales. He visto pasar todas las tendencias: la dieta paleo, la cetogénica, los ayunos de 16, 23 o 48 horas, la demonización del azúcar, los carbohidratos o el gluten… Todas prometen resultados asombrosos, pero todas acaban igual: dejando a la gente más confundida y peor de lo que estaban antes de empezar. Si de verdad quieres ponerte en forma, tienes que dejar de hacer lo que hace el 99% de la gente. Y eso empieza por centrarte en los hábitos que de verdad importan. Controla tu alimentación como un adulto No me vale simplemente decir que «en mi casa comemos sano» porque he visto decenas o puede que cientos de personas con pésimas condiciones de salud y forma física decir exactamente esas palabras: «En mi casa comemos sano» y no es una cosa que tú puedas decir, es una cosa que tu cuerpo tiene que demostrar. Y aunque te alimentes a base de aguacates y de bayas de gogi, si tienes una pésima forma física, no puedes defender que en tu casa se come sano porque tienes un problema de gestión de la alimentación. Si estás en mala forma, lo que tienes es un problema de gestión alimentaria, igual que el amigo manirroto que gasta más de lo que gana. Da igual si compra cosas “de calidad”; si no controla su dinero, está en deuda. Con la comida pasa lo mismo: da igual si tus productos son ecológicos o sin gluten; si comes más de lo que necesitas, estás generando una deuda con tu cuerpo. Por eso necesitas un plan de alimentación, no una dieta pasajera. Un plan te hace responsable, te da control y te permite crear tus propias reglas. Come como un adulto (y sí, eso implica cocinar) Un adulto no vive de galletas, snacks ni envases de colores. Come alimentos de un solo ingrediente: carne, pescado, huevos, frutas, verduras, arroz, patatas. Cuanta más habilidad tengas en la cocina, más fácil será hacer esos alimentos más atractivos. Pero incluso sin ser chef, puedes cocinar simple y bien. Lo importante es que cocines. Porque los niños no cocinan pero los adultos, sí. Respeta tu ritmo circadiano El ritmo circadiano mucha gente lo enfoca al tema del sueño pero no es así. El ritmo circadiano es cómo se comporta tu cuerpo en función del momento del día que es, con lo que técnicamente no tiene nada que ver con el sueño. Pero si queremos honrar este ritmo circadiano, aunque podemos hacer muchas cosas, lo voy a plantear simple: Determina tu hora de acostarte y de levantarte, esto es lo principal. Mantén regulares tus horas de acostarte y sobre todo de levantarte. Lo siguiente que recomiendo hacer es a esa hora de acostarte y quítale 2. Y esa es la hora a la que deberías hacer tu última comida del día. Ejemplo: Si te acuestas a las 11 de la noche, la cena la harías a las 9:00. No es algo que sea obligatorio, pero si haces esto y dejas margen desde que terminas de comer hasta que te acuestas, evitas irte lleno a la cama y eso favorece la digestión, también favorece la segregación de hormona de crecimiento, porque la gh es antagonista de la insulina y si comemos muy cerca de irnos a la cama especialmente algo muy copioso la insulina va a estar más elevada y la gh no. También sirve para no comer demasiado por la noche ya que la sensibilidad a la insulina por la noche disminuye con lo que no es el mejor momento para hacer grandes comidas. Ahora para determinar cuando será la primera comida del día simplemente le sumamos 12 horas: Es decir, si mi última comida del día es a las 9 de la noche, la primera será a las 9 de la mañana. Esto me sirve para tener suficiente tiempo de reparación celular con ese complejo motor migratorio y también para de alguna manera hacer más llevadero tu plan de alimentación haciendo una especie de ayuno intermitente, que no tiene nada de mágico pero sabes que tienes 12 horas para comer y 12 horas para no comer. Y tiene un equilibrio muy bueno. Entrena para rendimiento El entrenamiento no es “moverte un poco”. Es mejorar tu rendimiento. Si no puedes medirlo, no puedes mejorarlo. Así que deja de pensar si el spinning es mejor que el bodycombat o si deberías hacer pilates. Haz lo que quieras, pero asegúrate de que puedas registrar tu progreso. Y si quieres rendir más en cualquier actividad —nadar, correr, pedalear—, necesitas ser más fuerte. Por eso el entrenamiento de fuerza es la base de todo. No hay deporte que no mejore cuando tú te haces más fuerte. Que tu entrenamiento sea aburrido La gente se obsesiona con cambiar de rutina cada semana porque se aburre. Pero lo aburrido es lo que da resultados. Repetir, mejorar, ajustar. Eso es entrenamiento. Cambiar por cambiar no es entrenar, es distraerte. Elige un programa, mantenlo, mide tus marcas y progresa. La constancia vence siempre a la novedad. Siempre. Olvídate de los “buenos hábitos” No existen hábitos buenos o malos. Solo hábitos adecuados o inadecuados, dependiendo de en qué persona te quieras convertir. Fumar puede ser un hábito adecuado para alguien que busca calmar su ansiedad.Montar en bici puede ser el hábito adecuado para otro con la misma ansiedad. Los dos cumplen una función, ninguno es bueno o malo. Pero si quieres convertirte en una persona atlética y saludable, hay uno que te va a ayudar y otro que no. Es decir, la diferencia no está en el hábito, sino en quien decidas convertirte. Si tu objetivo es ser una persona activa y saludable, los hábitos que adoptes deben alinearse con esa identidad. Crea tu panel de control Si no lo mides, no sabes si mejoras. Tu cuerpo necesita un panel de control igual que una empresa necesita sus KPIS. Registra tus KPIs corporales: Peso corporal Porcentaje de grasa estimado Relación cintura-altura Cumplimiento del plan de alimentación Rendimiento en tus entrenamientos En la academia lo hacemos con un panel simple e intuitivo, pero puedes usar una hoja de Excel o incluso papel. Lo importante es que veas tus números cambiar. Porque cuando mejoran tus números, mejora tu forma física. Y viceversa. El 99% nunca lo harán Lo que te propongo no es glamuroso. No es rápido. Y no se pone de moda. Pero funciona. Porque mientras los demás persiguen la nueva «solución», tú tienes un sistema sólido, «aburrido», pero funcional. Eso te pone en el 1% que realmente progresa y ve resultados. Porque si cuidas de tu cuerpo, tu cuerpo cuidará de ti. Origen
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    14:03

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