90. El de Loreta Castro.
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Esta cita, comúnmente atribuida a Confucio, no es solo un saber ancestral que suelen repetirnos nuestros papás. Hoy día, las ciencias cognitivas, la psicología, y la neurociencia ya manejan evidencia empírica que confirma la intuición de Confucio: el apasionarte por lo que haces no solo conduce a una vida más feliz, sino que también es una de las mejores recetas para sobresalir en lo que haces.Es, entonces, muy común oír a la gente decirte que lo único que tienes que hacer es encontrar tu pasión, y de ahí, el resto vendrá por su cuenta. Pocas personas, sin embargo, se ponen a pensar en lo difícil que esto es. ¿Cómo encuentro mi pasión?, y ¿dónde la busco, si ni siquiera se que es?En la primera mitad del siglo xx, dos filósofos europeos, M. Heidegger y S. Kierkegaard, coincidieron, cada uno a su manera, que era en los momentos de crisis en que se abría la posibilidad de encontrar tu pasión. Para Heidegger, esos momentos de ansiedad que experimentamos, en los que nuestro mundo cotidiano deja de hacer sentido, abren la posibilidad de que nuestra pasión se nos revele, para entonces poder acatarla y así empezar vivir una vida más auténtica. Kierkegaard, por su parte, apelaba a eso que hoy llamamos “crisis existencial”, esos momentos en nuestras vidas en las que, de repente, nos damos cuenta que nuestra identidad no nos satisface, y en la desesperación nos abrimos y nos lanzamos al vacío, hacia lo desconocido, con la esperanza de encontrar algo que verdaderamente nos apasione y le de sentido a nuestras vidas.Nuestra invitada de hoy es Loreta Castro Reguera, arquitecta socia y fundadora de Taller Capital. Loreta es, por mucho, una de las arquitectas más destacadas de Mexico. ¿Cómo logró Loreta que su trabajo y su despacho hayan tenido el éxito que tienen? Sin duda es una historia interesantísima sobre cómo su pasión le ha ayudado a imaginar y producir cosas increíbles. Pero esa historia no nos interesa hoy, porque el problema no es ese. El problema es cómo llego a esa pasión, cómo la encontró, y de eso es lo que vamos a platicar hoy. Así que siéntense, agarren su escalímetro, y acompáñenos a oír esta feliz historia