Creciendo raro: entre etapas, ausencias y otras vueltas
Hay momentos en los que la vida se siente como un juego donde todos están avanzando casillas… casándose, teniendo hijos, comprando casas… y uno apenas aprendiendo a sostenerse solo. A veces, crecer se siente como aprender a montar en bus y te pasa lo clásico de subirte al que no es y por pena disimular que conoces la ruta aunque no veas la hora de bajarte, y otras veces, crecer llega de golpe, como cuando alguien se baja del bus demasiado prontoHoy se subió al bus Camila y se sentó al lado. Con ella hablamos sobre aceptar las etapas, sobre las comparaciones que duelen, y la independencia que nace cuando perdemos a alguien… y nos toca reinventarnos.
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Un puesto para mirar atrás: mujeres, memorias y movimiento
A veces creemos que lo que sentimos es solo nuestro… pero, ¿y si estuviéramos cargando historias que no empezaron con nosotros?¿Y si lo que duele, lo que confunde, viene de atrás… de lo que vivieron nuestras familias, nuestros ancestros, y que el alma aún quiere mostrar?Hoy se subió al bus Ana María y se sentó al lado nuestro. Con ella hablamos de constelaciones, de mujeres, y de lo que se transforma cuando el alma empieza a moverse, mejor dicho, este viaje viene con revelaciones que podrían tocarte más de lo que imaginas.
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Lo que uno oye en la calle
En este primer viaje nos pusimos un poquito existenciales: ¿Qué significa realmente “ser tu mejor versión”? ¿Es una meta real o solo un cuento motivacional que nos vendieron? Entre anécdotas y preguntas incómodas, nos sentamos en el último puesto del bus a conversar sobre lo que nadie se atreve a decir… Súbase, que aquí también hay espacio para dudar.
En cada buseta hay historias, y en este podcast hay un puesto guardado para contarlas.
Nos queda un puesto es un espacio donde dos parceros (y algunos invitados) charlan sobre la vida: anécdotas, preguntas raras, momentos incómodos, risas inesperadas y confesiones callejeras. Cada episodio es como un recorrido sin ruta fija, pero con paradas donde siempre pasa algo.
Aquí caben todos: los que hablan duro en el bus, los que se quedan dormidos y se pasan, y los que observan calladitos desde la ventana.
Súbase con nosotros… que nos queda un puesto.