Una meditación diaria, centrada en Jesucristo, tal y como aparece en el evangelio y las oraciones de la misa del día. Meditaciones extras de retiros mensuales y...
1793. Creo firmemente que estás ahí... en el sagrario
Meditación en el miércoles de la IV semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos narra la visita de Jesús a su ciudad, Nazaret, y como los suyos no lo acogieron con fe, porque lo conocían desde siempre. Jesús se admira de su poca fe, no puede hacer muchos milagros allí y se marcha a predicar a otras ciudades. Ese mismo Jesús está presente en los sagrarios de nuestras iglesias: ¿con qué fe acudo a rezar, a la Santa Misa?
--------
21:18
1792. Fe humilde
Meditación en el martes de la IV semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio de Marcos nos cuenta dos milagros: la resurrección de la hija de Jairo, y la curación de la hemorroísa. Ambos son ejemplos de cómo una fe humilde consigue conmover a Jesús, el Señor de los favores.
--------
19:39
1791. Me llamo legión
Meditación en el lunes de la IV semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio recoge un episodio más de la lucha de Jesús contra el diablo. Expulsa una legión de un hombre y les deja entrar en una piara de cerdos que se precipita por un acantilado al mar y se ahoga. El pecado es el único mal verdadero, y es una planta parásita, que acaba destruyendo a quien lo acoge en su interior.
--------
19:04
1790. La Presentación del Señor y la Purificación de la Virgen
Meditación en la fiesta de la Presentación del Señor y la Purificación de la Virgen. Cuarenta días después de dar a luz, María y José subieron al Templo, con Jesús, para la purificación de la Madre, rescatar al primogénito Jesús y presentarlo a Dios en el Templo. Podemos imitar a nuestra Madre en el amor a las tradiciones de su pueblo, siendo muy delicados con los mandamientos y costumbres de la Iglesia. Y cuidar la confesión, donde somos rescatados por Dios del pecado.
--------
26:51
1789. Señor del viento y de las olas
Meditación en el sábado de la III semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta al Señor dormido en la popa de la barca, y como al arreciar la tempestad, sus discípulos le despiertan, temerosos de hundirse. Esa barca es imagen de la Iglesia y de la propia vida. Si llevamos a Cristo con nosotros, y la Iglesia lo lleva, podemos estar tranquilos en medio de las persecuciones. Despertar al Maestro, presente en los sagrarios.
Una meditación diaria, centrada en Jesucristo, tal y como aparece en el evangelio y las oraciones de la misa del día. Meditaciones extras de retiros mensuales y cursos de retiro espirituales. Audiolibros de espiritualidad.