Tuve que empezar de cero... ¡en cada país! | con Maria Elisa Camargo
María Elisa Camargo es muchas cosas. Pero sobre todo, es un ejemplo de cómo la curiosidad, la inconformidad y el deseo de explorar lo desconocido pueden construir una vida llena de giros inesperados.En este episodio conversamos sobre todo eso: su carrera, su filosofía de vida, su espiritualidad… y, sí, también sobre Call of Duty.María Elisa acaba de cumplir uno de sus sueños de infancia: convertirse en personaje de videojuego. Y no cualquier personaje, sino Valeria, una sicaria poderosa en la saga Call of Duty. Lo que empezó como un pequeño papel terminó siendo una aparición estelar en el modo multijugador, gracias al cariño que los fans le dieron. Ella me cuenta cómo es actuar en un espacio vacío con sensores por todas partes, usando la imaginación como si tuviera cinco años otra vez. El resultado es tan real que hasta los granos de su piel quedan registrados. Una experiencia intensa que, además, abre una conversación sobre identidad, propiedad intelectual y el futuro del cine y los videojuegos.Pero Valeria es solo una de sus muchas caras.María Elisa nació en Guayaquil, Ecuador, pero es de papás 100% colombianos. A los 12 años la mandaron sola a Estados Unidos a aprender inglés. Estudió economía, cantó en coros, fue la “villana” de un reality a los 17, y terminó protagonizando novelas en Colombia, México, y luego entrando al mundo hispano en Estados Unidos.Pasó por Televisa, por Telemundo, vivió en Miami, se fue sola a México con 21 años, y ahora está en Los Ángeles, después de años de “comer tierra”, como ella misma dice. A punta de trabajo duro y fe en su talento, está logrando consolidarse en Hollywood. Su más reciente papel como protagonista de una película llamada Off the Great es el reflejo de una carrera que no para de reinventarse.Hablamos también de sus ideas sobre el amor, la familia, el ego, la espiritualidad, y de cómo el rechazo no es fracaso sino moneda de cambio para seguir creciendo. María Elisa es rebelde, libre y profundamente consciente. No busca la fama, busca el sentido. Practica la meditación, se ha adentrado en ceremonias con plantas sagradas como la ayahuasca, y hoy está enamorada, explorando qué significa construir una relación sólida, mientras piensa con calma y sin presión en la maternidad.Este episodio es una ventana a una mujer que no se conforma con lo que el mundo le ofrece: lo cuestiona, lo transforma y lo reinventa. María Elisa no actúa para encajar; actúa para expandirse. Y escucharla es, de alguna manera, una invitación a hacer lo mismo.