Historia negra de la Medicina
La medicina ha avanzado gracias al esfuerzo y entrega de innumerables personas, muchas de ellas han llegado a dar su vida para combatir la enfermedad, pero también ha habido canallas y experimentos como los de Tuskegee (1932-1972) contrarios a la más mínima ética. Desde el siglo XIX hasta el fin de la Guerra Fría, científicos y gobiernos han experimentado con las enfermedades infecciosas, los límites del cuerpo humano y puesto la química, la física y la medicina al servicio de la guerra y sus ejercitos.
En esta serie de 8 programas de Radio Euskadi, Adrian Hugo Llorente Aginagalde del Museo Vasco de Historia de la Medicina y la Ciencia (UPV/EHU), sienta en el banquillo los protagonistas de la Historia negra de la Medicina y la Ciencia, es decir, algunos de los científicos e instituciones más ilustres del último siglo protagonistas de los episodios menos edificantes de la historia de la medicina y la ciencia:
1. La malaria como arma biológica en la II Guerra Mundial:
Durante la II GM, los nazis utilizaron la malaria como arma para intentar frenar el avance aliado desde el sur de Italia, pero también para castigar a un país que cambió de bando y echó a Mussolini del poder cuando la balanza se inclinó a favor del bando aliado. Es, en suma, el primer caso de guerra biológica en suelo europeo del siglo XX y provocó unas epidemias de malaria que perjudicaron enormemente a la población civil.
2. Los escándalos Hubner, Neisser y de Lübeck: en el siglo XIX, Alemania fue protagonista de tres episodios relacionados con las vacunas que llegaron a los tribunales en su época y donde se entremezclaron experimentos no consentidos y vacunas contaminadas.
El caso Hubner en Baviera (1853-1854), que sentó el precedente de no utilizar niños enfermos para fabricar vacunas. El caso Neisser en Prusia (1892) que sentó las bases de lo que es el consentimiento informado del paciente, y el llamado desastre de Lübeck, ciudad alemana en la que la contaminación de una vacuna contra la tuberculosis provocó la muerte de más de 70 bebés.
3. Experimentos médicos nazis (I):
Algunas de las páginas más crueles de la historia negra de la medicina fueron escritas inmediatamente antes y durante la II Guerra Mundial por médicos y científicos nazis que para alcanzar sus fines justificaron el uso de los medios más terribles. Durante el nazismo, médicos y enfermeras de las SS y la Luftwaffe estuvieron involucrados en experimentos con humanos que se llevaron a cabo en campos de concentración de Dachau, Ravensbrück y Buchenwald.
Los prisioneros o pertenecían a lo que consideraba razas inferiores o eran presos comunes o políticos desprovistos del derecho a la ciudadaía. Lo cierto es que solo 23 personas fueron juzgadas por estos crímenes en el Juicio a los Doctores (1947) y de ellos unicamente 15 considerados culpables y condenados.
A pesar de ello, en la historia de la medicina hay un antes y un después de la redacción del Código de Nuremberg, formulado en aquel verano de 1947. Este documento, planteado después de los juicios a médicos nazis que habían realizado terribles experimentos con prisioneros, resume los principios que deben regir la investigación biomédico, y sentaron las bases de lo que ha llamado bioética. El objetivo era defender los derechos de los sujetos que participan en la investigación médica, algo que no pudieron hacer la víctimas que sufrieron y perecieron en los campos de concentración nazis.
En este capítulo se desgranan los experimentos que se llevaron a cabo en el campo de concentración de Dachau para estudiar los efectos de la presión, la hipotermia y la ingesta de agua salada en el cuerpo humano.
4. Experimentos médicos nazis (II):
El Tribunal de Nuremberg, que juzgó a los criminales nazis tras la II Guerra Mundial, vio desfilar por el banquillo de los acusados a no pocos médicos y científicos que participaron en la llamada 'solución final' que acabó con la vida de millones de judíos y otros colectivos de personas considerados inferiores o contrarios a los ideales del III Reich. Entre los juzgados estuvieron algunos de los responsables de los experimentos y la política de esterilización forzosa que decretaron para quienes no consideraban dignos de dejar descendencia.
Es sabido que los nazis consideraban que había vidas indignas de ser vividas. Consideraban inferiores a otras razas que debían ser eliminadas, pero la propia raza aria, a su juicio, requería también de unas medidas de higiene para eliminar a ciertos sujetos (delincuentes, enfermos mentales, homosexuales, discapacitados físicos o mentales). Creían que todo aquel que se saliera de la norma no debía tener descendencia para evitar que sus taras se siguieran propagando.
La Alemania Nazi estableció un política oficial de Higiene Racial que supuso la esterilización forzosa de medio millón de personas. No fue el único caso de Eugenesia en el siglo XX pero si fue el único régimen en realizar investigaciones en los campos de concentración (Auschwitz) con el fin de desarrollar técnicas rápidas para la esterilización masiva de grandes grupos de personas.
5. La Unidad 731 y los experimentos médicos japoneses en la II Guerra Mundial:
Poco después de la Invasión de Manchuria (1931), el Ministerio de la Guerra de Japón autorizó a la Red Ishii la creación de la Unidad Togo, un laboratorio secreto en la Fortaleza de Zhongma (1933) que actuaría como satélite del Laboratorio de Investigación para la Prevención Epidémica de la Escuela Médica Militar de Japón.
Con el comienzo de la II Guerra Mundial, el gobierno japonés autorizó su transformación en un programa de investigación y desarrollo de armas biológicas que utilizó a prisioneros de guerra y población china como conejillos de indias de crueles experimentos. De una forma mucho más metódica y organizada que en el caso nazi, científicos, profesores de universidad y médicos japonenes trabajaron al amparo del escuadrón 731 ensayando el efecto de nuevas armas en personas y, sobre todo, buscando convertir agentes patógenos en arma de guerra.
6. Armas biológicas en la URSS: de la viruela al ántrax:
La guerra biológica en Europa se remonta al menos hasta el siglo XIV en Crimea, donde está documentado como un ejército mongol lanzó cadáveres de soldados víctimas de la peste contra la sitiada ciudad de Kaffa para obligar a la rendición de la colonia veneciana.
En el caso de la Unión Soviética, tras la I Guerra Mundial, se desarrollaron programas de guerra biológica con enfermedades como la peste, el antrax o la viruela desde los años 20, con la Agencia Química Militar (1925) y el Instituto Kirow (1934), y las investigaciones sobre los usos ofensivos o defensivos de estos patógenos se prolongaron hasta casi los años 80. Durante años, se crearon redes de centros de investigación en diferentes lugares del territorio donde se trabajó con agentes causantes de enfermedades como la viruela, el cólera, la brucelosis o la tularemia.
Se sospecha que el contacto con científicos japoneses prisioneros en la II Guerra Mundial facilitó a los soviéticos sus conocimientos sobre el ántrax. Este oscuro episodio está plagado además de incidentes, como el brote de viruela procedente de una isla del mar de Aral en 1972 o la fuga de ántrax de Sverdlvosk en 1979.
7. Plutonium files: los experimentos radioactivos estadounidenses
La periodista Eileen Welsome publicó en 1993, bajo el título Plutonium files, su investigación sobre expedientes secretos desclasificados en torno a experimentos destinados a estudiar los efectos de la radiación en humanos.
Posteriormente, la administración Clinton puso en marcha una comisión para investigar estos casos que se produjeron desde la puesta en marcha del proyecto Manhattan en 1944 hasta la década de los 70: enfermos terminales a los que se irradió con plutonio, niños que tomaron isótopos radiactivos mezclados con los cereales del desayuno, mujeres embarazadas a las que dieron hierro radiactivos son algunas de las víctimas de estos experimentos médicos realizados con humanos en Estados Unidos, entre el fin de la II Guerra Mundial y los años de la Guerra Fría.
8. Las armas secretas de Churchill: el artefacto M y la operación Aladdin
Llega el final de la serie de episodios en los que hemos repasado la historia de los experimentos desarrollados con seres humanos en el siglo XX, especialmente en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Tras conocer los detalles del programa alemán, soviético, japonés y estadounidense; se presenta esta vez las investigaciones desarrolladas por los británicos durante la guerra. ¿Qué armas secretas se estudiaron bajo el mandato de Winston Churchill? ¿Qué experimentos se desarrollaron en suelo británico, incluso año después, durante la Guerra Fría?