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Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland

Kenneth y Gloria Copeland
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland
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5 de 3306
  • De la leche, al alimento sólido
      «Aunque después de tanto tiempo ya debieran ser maestros, todavía es necesario que se les vuelva a enseñar lo más elemental de las palabras de Dios. Esto es tan así que lo que necesitan es leche, y no alimento sólido» (Hebreos 5:12) ¿Te gustaría saber por qué el Cuerpo de Cristo ha tenido tantos problemas en los últimos años? ¿Te gustaría saber por qué el diablo ha podido exhibir públicamente nuestras debilidades? ¿Te gustaría saber por qué en vez de estar unidos y fuertes más bien estamos divididos por las frecuentes contiendas y críticas entre nosotros? Es porque el pueblo de Dios tiene necesidad de leche, y no de alimento sólido, como dijo el Señor en Hebreos. ¡Todavía son bebés! La gran mayoría del pueblo de Dios no conoce Sus caminos. Por eso, Él nos ha comisionado a enseñar a los creyentes que son inexpertos en la Palabra de justicia y ayudarlos para que maduren en la fe. Quizás digas: "Claro, Usted es predicador, pero yo, ¿qué puedo hacer?". Bueno, te lo diré. Yo creo que Dios nos ha llamado a ambos para hacer algo. Puedes leerlo en Hebreos 3:13: «Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día…» Para mí, éste no es un versículo más de la Biblia, sino una orden directa del Señor. Gloria y yo recibimos ese mandato hace algunos años mientras predicábamos en Australia, y nos inspiró a empezar el programa diario de televisión. Pero no fue una orden solamente para nosotros, sino que es una orden que cada uno debe obedecer en su propia vida. «Más bien… anímense unos a otros cada día…». Te pido que hoy ores y tengas comunión con Dios acerca de ese versículo. Pregúntale cómo quiere Él que cumplas ese mandato. Quizás Él te diga que apoyes a ministerios como el de Gloria y el mío, los cuales enseñan todos los días la Palabra de Dios sin excepción. Quizás te diga que te sumerjas en la Palabra de Dios para que ésta se derrame sobre todos aquellos a los que encuentres en el camino, y los animes a seguir adelante y a crecer en Jesús. Lo que Él te diga, ¡házlo! Hay una iglesia allí afuera llena de niños espirituales, y cada día se añaden más. Tú puedes ayudarlos a pasar de la leche al alimento sólido. Comienza hoy a animarlos. Lectura bíblica: Hebreos 3:7-19   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:28
  • ¿Sabes qué pedir?
      «Y Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le respondió: «Maestro, quiero recobrar la vista» (Marcos 10:51) Todos sabemos lo que es estar dando vueltas, sin llegar a ninguna parte; sabemos lo que es salir de un aprieto económico por medio de la oración, para meternos en otro; y lo que es ser sanado de una enfermedad para que otra distinta nos ataque. Sí, claro, nos esforzamos. Oramos y ejercitamos nuestra fe. Pero seguimos cayendo una y otra vez en los mismos problemas. ¿Por qué? Porque en realidad casi nunca sabemos qué pedir. Ahora mismo puedo imaginarme tu reacción: "Créame, hermano Copeland, yo no tengo ese problema. Yo sé muy bien lo que necesito. Pero lo que hace que mi cabeza de vueltas es saber cómo vendrá esa provisión para lo que necesito". Eso es lo que la mayoría de la gente también cree. Muchos desperdician su tiempo orando por obtener cosas que en realidad no necesitan y pidiendo cosas que no quieren; y así, no logran conseguir nada. Mira conmigo Marcos 10, y verás lo que quiero decir. Bartimeo el ciego estaba sentado junto al camino mendigando cuando Jesús pasaba: «Cuando éste supo que quien venía era Jesús de Nazaret, comenzó a gritar y a decir: «Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí!»… Arrojando su capa, el ciego dio un salto y se acercó a Jesús, y Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le respondió: «Maestro, quiero recobrar la vista.» Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y enseguida el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús en el camino» (versículos 47, 50-52). Ahora, quiero que pienses en algo por unos instantes. A la luz de lo que las Escrituras nos revelan, ¿cuántas necesidades tenía Bartimeo? ¿Sólo una? ¡No! Bartimeo no sólo era ciego, sino también mendigo. Probablemente él tenía más problemas de los que tú puedas imaginarte, y cada uno de ellos era una necesidad tangible en la vida de Bartimeo. Pero lo que él necesitaba era la vista. De recuperarla, todo lo demás se arreglaría por sí solo. Bartimeo lo sabía. Entonces, cuando Jesús le preguntó: "Bartimeo, «¿Qué quieres que haga por ti?»", él sabía exactamente lo que iba a pedir, y lo recibió. Hoy Jesús desea socorrerte como lo hizo con Bartimeo y proveerte de lo que necesitas. Pero ¿sabes qué pedir? Piénsalo bien. Ora. Deja que el Señor Jesús sea quien abra tus ojos y te muestre lo que en realidad necesitas. Al hacerlo, tus oraciones adquirirán una nueva dimensión, un nuevo poder: en vez de tocar de manera superficial tus problemas, irás directamente al grano y los resolverás, y no tendrás que desperdiciar más tu vida dando vueltas sin sentido. Lectura bíblica: Marcos 10:46-52   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:27
  • El poder para crear
      «Por tanto sean imitadores de Dios [cópienle y sigan Su ejemplo] como hijos amados [imiten a su Padre]» (Efesios 5:1, AMP) Crear cosas nuevas y cambiar aquellas cosas que son viejas. Debido a que tú y yo fuimos creados a la imagen de Dios, siempre estamos tratando de hacerlo. Pero si queremos tener éxito en ese ámbito, necesitamos aprender cómo es que lo hace nuestro Creador, nuestro propio Padre celestial. No fue por accidente que Dios se puso a crear cosas. Él no dijo: "Vaya, qué casualidad: ¡apareció la luz!". Él primero vio el resultado de lo que quería hacer (primero concibió la imagen interna o la idea de lo que quería crear) y luego dijo: «Sea la luz», y fue la luz. Si vamos a imitarlo, tendremos que poner en práctica el principio de primero concebir la imagen interna de lo que queremos hacer. Quizás digas: "Pero, hermano Copeland, usted está hablando de Dios. Seguramente no espera que yo trate de ser como Él". Por supuesto que lo espero. ¡Efesios 5:1 nos lo confirma! Sin embargo, déjame darte un consejo. No pierdas el tiempo tratando de concebir una imagen interna positiva por tu propia cuenta, porque eso no será nada más que pensar positivo, y aunque pensar de esa manera es ciertamente mejor que pensar lo opuesto (o no pensar en nada), eventualmente se desplomará. Si eres un hijo nacido de nuevo del Dios todopoderoso, Él te ha dado las bases y el poder para hacer cambios permanentes en tu vida y en tus circunstancias. Piensa una vez más en la creación. Dios quería que hubiera luz. Entonces, dijo: «Sea la luz». Las palabras que Él declaró estaban directamente relacionadas con Su imagen interna. Dios usó Sus palabras para convertir esa imagen interna en una realidad externa. La base que debes utilizar para formar tu imagen interna y las palabras que declaras es La Palabra de Dios. Ésta tiene poder sobrenatural. Si te llenas de esa Palabra de fe y la declaras, ella te dará los resultados deseados en tu vida y en tus circunstancias, así como le dio resultados a tu Padre celestial. Descubre lo que es la verdadera creatividad. Profundiza en la Palabra de Dios y empieza a reconstruir tu mundo. Lectura bíblica: 2 Corintios 4:6-13   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:26
  • Levanta tu espada
      «Pero tú, hombre de Dios… Presenta la buena batalla de la fe...» (1 Timoteo 6:11-12) Cuando te encuentres entre la espada y la pared, no le ruegues a Dios que derribe la pared por ti. Así no es como Él obra. Dios te dará el plan. Te dará el poder, y te garantizará la victoria. Pero serás tú, no Él, el instrumento que Dios utilizará para hacer lo que Él quiere. Sin embargo, deberás extender tu mano al declarar la Palabra y ponerla en práctica, aún cuando las circunstancias estén en tu contra. Hace 42 años, Dios me dio una revelación impresionante por medio de una visión que tuve en Beaumont, Texas. Estaba orando, preparándome para ministrar en el servicio, cuando de repente me vi de pie en el púlpito de la iglesia. Al mirar hacia arriba vi un dragón ―horroroso― metiendo su cabeza por la puerta de la iglesia. A medida que entraba, su cuerpo se expandía como un globo, invadiendo todo el lugar. El dragón lanzaba fuego y humo.  Cuando en la visión dirigió el fuego hacia mí ¡casi me quemó la ropa! Mientras caía al suelo vi a Jesús cerca de mí con una espada en Su mano. ¿Por qué Jesús no hace algo?, pensé. ¿No puede ver que me están hiriendo? Pero Jesús ni se movió. Sólo se limitó a fruncir el ceño. Noté que estaba bien molesto conmigo. En la Biblia leemos que Dios no estaba complacido con aquellos que se quedaron derrotados en el desierto (1 Corintios 10:5). A Él tampoco le agradó verme tendido en el suelo, derrotado. Fue entonces cuando me ofreció la espada, apuntando hacia el dragón. Su rostro me decía: ¡levántate! Extendí mi mano para tomar la espada, y un instante antes de tocarla, Jesús la soltó. La espada quedó suspendida en el aire. La tomé y comencé a ponerme de pie. No sólo se mantuvo firme en el aire, ¡sino que empezó a elevarme! Cuando me incorporé, toqué el mentón del dragón con la espada y al hacerlo, el dragón se partió a lo largo. Pude ver con mis propios ojos al dragón partido en dos. Con asombro, observé la espada. ¿Por qué no la había usado antes?, pensé. No esperes que Dios mate al dragón de tu vida. Tienes a tu alcance la espada del Espíritu: la Palabra invencible del Dios viviente. ¡Tómala y comienza a utilizarla! Lectura bíblica: Josué 11:5-23   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:29
  • Pon el amor en acción
      «Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor. Pero el más importante de todos es el amor» (1 Corintios 13:13) ¿Qué haces cuando tienes un problema que no sucumbe y resiste todo intento para resolverlo? ¡Pon a trabajar el poder del amor! El poder del amor es el poder más grande del universo y no puede ser derrotado.  Nunca falla (1 Corintios 13:8). La Biblia dice que Dios es amor. Por lo tanto, si manifiestas el amor en alguna situación, estarás manifestando a Dios en la misma. Ten presente que si permites que el amor gobierne en alguna situación, Jesucristo se hará responsable del éxito. ¿Cuál es ese amor del que estoy hablando? En 1 Corintios 13 leemos que ese amor «es sufrido, es benigno… no tiene envidia… no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta». La persona que se niega a amar se está perdiendo lo mejor que Dios ofrece. No te pierdas nada de eso. Manifiesta el amor en todo momento, en toda situación, en toda oración y en todo pensamiento hasta que el amor envuelva totalmente tu vida. Te fortalecerá y echará fuera todo temor, el cual te ha quitado las bendiciones más grandes de Dios; echará al diablo de tus asuntos y te hará libre del tormento de las tinieblas. Pon el amor en acción en las dificultades y vicisitudes de la vida, pues será la solución contra la cual los problemas no podrán hacer nada. Lectura bíblica: 1 Corintios 13   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:20

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Acerca de Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland

Recibe una palabra de ánimo... una palabra de inspiración... una palabra de fe... ¡todos los días del año! El devocional Crezcamos de Fe en Fe, escrito por Kenneth y Gloria Copeland, aborda temas de la vida diaria como resultados de la experiencia propia. Se trata de las luchas que enfrentas a diario, luchas contra el cansancio, la irritación, los hijos, las finanzas, etc. Kenneth y Gloria Copeland te enseñarán cómo obtener la victoria, basados en La Palabra.
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