DIA 96 - Pedro Niega a Jesús
Hoy estaremos leyendo Josué 13 y 14, Lucas 22:54-71 y el Salmo 66:11-20. En Josué 13, Dios le dice a Josué que aún queda mucha tierra por conquistar, aunque ya es anciano. Sin embargo, en medio de ese panorama inconcluso, Dios sigue repartiendo la herencia a las tribus. Eso nos enseña que aunque el avance sea parcial, las promesas de Dios siguen en pie.Y en Josué 14 encontramos a un personaje inspirador: Caleb, de 85 años, que se presenta con una fe intacta. En Josué 14:10-12, dice:"Hoy tengo ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como cuando Moisés me envió a reconocer la tierra. Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió" (NTV).¡Qué fe tan valiente y persistente! Caleb no se acomodó, no dijo “ya hice suficiente”. Él siguió creyendo, esperando y reclamando lo que Dios había prometido décadas atrás.Reflexiona: ¿Estás envejeciendo con fe o con resignación? ¿Sigues creyendo que Dios no ha terminado contigo y que aún hay promesas por conquistar?En Lucas 22, Jesús es arrestado y llevado al sumo sacerdote. Mientras tanto, Pedro lo sigue de lejos, hasta que se encuentra con personas que lo reconocen. Tres veces niega a Jesús, y en Lucas 22:61, ocurre algo que parte el corazón:"En ese momento, el Señor se volvió y miró a Pedro" (NTV).Pedro se quiebra. Llora amargamente. Él, que había dicho que moriría con Jesús, lo negó por miedo. Pero esa mirada de Jesús no fue de condena, sino de amor, de verdad, de oportunidad para volver.Luego los soldados se burlan de Jesús, lo golpean, lo interrogan. Y Jesús guarda silencio ante los insultos, pero afirma con firmeza quién es: el Hijo del Hombre, el Hijo de Dios.Reflexiona: ¿Te has sentido como Pedro, quebrado por tu fallas? Recuerda que Jesús te mira con compasión y te llama de vuelta. ¿Estás dispuesto a volver, a ser restaurado y levantado?El final del Salmo 66 describe un proceso: Dios permitió pruebas, dificultades, presión, incluso fuego y agua, pero luego nos llevó a un lugar de abundancia. En el verso 12, dice:"Pasamos por fuego y por agua, pero nos llevaste a un lugar de mucha abundancia" (NTV).Luego, el salmista hace una declaración de alabanza y testimonio. En Salmo 66:16, dice:"Vengan y escuchen, todos los que temen a Dios, y les contaré lo que hizo por mí" (NTV).Y concluye con gratitud, asegurando que Dios escuchó su oración y no le retiró Su amor.