DIA 206 - Los Dones Espirituales
Hoy estaremos leyendo Nehemías 11-13, 1 Corintios 12:1-11 y el Salmo 109:22-31. En Nehemías 11 y 12, vemos cómo Jerusalén es habitada nuevamente con voluntarios comprometidos, y cómo se organiza la adoración y el liderazgo espiritual. El capítulo 12 culmina con una gran dedicación del muro, marcada por gozo, cánticos, alabanza y gratitud. Dice: “Ese día ofrecieron muchos sacrificios y hubo gran alegría, porque Dios les había dado motivo para alegrarse” (Nehemías 12:43).Pero en Nehemías 13, Nehemías descubre que, en su ausencia, el pueblo había caído en desobediencia. Restablece el orden, reprende con firmeza, y ora al final diciendo: “Acuérdate de mí, oh Dios mío, para bien” (v. 31).Reflexiona: ¿Estás siendo intencional en obedecer y servir en lo que Dios te ha confiado? ¿Permitirías que Él examine si tu vida ha vuelto a viejos patrones que necesitas corregir?En 1 Corintios 12:1–11, Pablo enseña sobre los dones espirituales. Explica que todos los dones vienen del mismo Espíritu, y que cada uno de nosotros recibe algo para el bien común. Entre los dones menciona sabiduría, fe, sanidad, milagros, profecía, discernimiento, lenguas e interpretación.Pero el versículo clave dice: “Es el mismo y único Espíritu quien distribuye todos esos dones. Solo él decide qué don debe tener cada uno” (v. 11, NTV).Reflexiona: ¿Reconoces cuál don Dios te ha dado? ¿Lo estás usando para edificar a otros y no para competir o compararte?En Salmo 109:22–31, David abre su corazón con honestidad y vulnerabilidad. Reconoce su debilidad y pobreza, pero se aferra al hecho de que “el Señor piensa en mí” (v. 22). Aunque es maldecido, él ora por bendición. Aunque lo atacan, él clama: “Ayúdame, Señor mi Dios, sálvame por tu gran amor” (v. 26).Y termina con una nota de esperanza: “Alabaré al Señor en gran congregación… porque Él está al lado del pobre para salvarlo” (vv. 30–31).