El perseguidor comentado, de Julio Cortàzar. Cap # 8
Capítulo último de El Perseguidor. Una historia callejera, de madrugada, una de verano. “Nadie sabe nada de nadie” Jhonny reniega del dios de Bruno “me has hecho aceptar a tu dios, y ahora vas a tener que quitar esa parte de tu libro. No sé si hay dios, yo toco mi música, y hago mi dios, no necesito tus inventos” “No es una cuestión de más música o de menos música. Por eso a veces pisoteo el saxo, y la gente sigue pensando que es que se me ha ido la mano con el alcohol”“El compañero Bruno anota en su libreta todo lo que uno le dice, salvo las cosas importantes, nunca pensé que podrías equivocarte tanto” “No es que me moleste que hayas escrito una obra para el público”“Milles toco algo hermoso, que casi me tira de la silla” Observando París desde sobre el agua del Sena. “me parece que he querido nadar sin agua” “y Bee está muerta Bruno. Yo creo que tienes razón, tu libro está bien” “No puede ser que no haya otra cosa, no puede ser que estemos tan cerca, tan del otro lado de la puerta”“Lo único que me consuela es que murió contento, y sin saberlo”
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El perseguidor comentado, de Julio Cortàzar. Cap # 7
Cuántos siglos han pasado mientras yo trataba de encender un cigarrillo. Cansados de sentirnos como perros. De repente una silla fue lo increíble. Un café doble por favor. Johnny ha aceptado acompañarnos un rato, hasta la próxima fuga. Un tarareo lo ha hecho regresar. Un tarareo de Momys blues lo trajo a la realidad. La Marquesa con un cigarrillo en la boca. Hemos empezado a caminar en Saint Germain des Près. La noche es magnífica. Dentro de un rato el tabaco nos obligará a beber cerveza en un café. La literatura es como un espejo, es fiel ; Para Jhonny hacen falta cosas. Hay periódicos volando en la calle. Es lo de siempre, y volvemos a lo de siempre. Esto ya lo toqué mañana. Me mira, hace un gesto incomprensible. La cólera me sostiene. El libro no dice la verdad, pero tampoco miente. ¿Estas serán realmente urnas Bruno? Te has olvidado de mí. Yo era lo único que hacía falta en tu libro.
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El perseguidor comentado, de Julio Cortázar, CAP # 6
Jhonny duerme o se hace el dormido? Quién lo pudiera saber. Cualquiera puede ser como él siempre y cuando acepte ser un pobre diablo, él no es un genio, es alguien más normal de lo normal, sin embargo hay algo en él que es de otro mundo ; el fantasma de otro Johnny que pudo ser, un hombre más. No se convence y vuelve a empezar. La distancia que hay entre él y nosotros no tiene explicación. Pobre Jhonny tan fuera de la realidad, toca el rostro de Bruno, para entender, para no tener que hablar. Jhonny sabe mantenerse en un desequilibrio precario incesante. Nos ha barrido con su música. No se encuentra técnicamente presente. Lo que para él es fracaso, para nosotros es un camino. Hace música escapándosele la saliva de la boca mientras toca, dejando correr la música. No es un perseguido, es un perseguidor. Las pinturas se mueven cuando él las mira. Lo único que puede justificar que se arrodille frente a Bruno, es que lo haga para purgar su dolor por Be.
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El Perseguidor comentado, de Julio Cortàzar, Cap 5.
Dedé pide ayuda a Bruno casi al borde del llanto. Jhonny se encuentra demacrado, los conciertos han sido anulados. A Johnny le importa un bledo que las cosas se hayan ido al carajo, solo piensa en las urnas, su imaginario referente a un cementerio. Urnas llenas de ceniza ; todo esto mientras se encontraba en el estudio listo para grabar Amorous. Se burla de la función de los enfermeros, y los doctores. Después de las urnas, agujeros, agujeros por todas partes, agujeros que nadie podría ver, porque todas las imágenes de la gente son imágenes dictadas, no realmente percibidas. Johnny se encuentra dentro de sí mismo, pero no en esta realidad ; para poder percibir el rostro de Bruno tiene que tocarlo, como una imagen de ciegos.
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El Perseguidor comentado, de Julio Cortàzar, Cap 4.
Johnny en su lucha atrapando el tiempo, haciéndolo detenerse para tratar de entrar en él. mientras que los demás pugnan por su perdición y por su arte. Un poco de ron para encender la luz.