¿Qué cómo nos habremos inventado a Don Alcíbar?Este personaje que cada vez ha ido apareciendo con más frecuencia y que ha generado una que otra carcajada en nuestros shows en vivo, nació una noche de mayo, entendiendo que la vida está llena de "macheticos" y lo que falta es quien crea en las ideas.Seguramente de esa misma manera se inventaron las corridas de toros, el queso y los paracaídas.Larga vida para Alcíbar y Omar, de igual manera a los que vienen a buscar todos nuestros capítulos y a los que por accidente, recién nos descubrieron. Ojalá un día podamos contar como construimos esta relación que, esperamos, sea eterna.

El Flaco está buscando al metalero con el pelo más hermoso que sus ojos hayan visto, para ofrecerle excusas por su peor embarrada.Si, ofrecerle excusas. Aunque si aquella noche en el Teatro libre, contagió a alguien con su evidente gripa, hablamos después.Por otro lado, sabemos que nunca vamos a tener problemas con Charalá. No sólo porque Germán es su principal embajador, sino porque confiamos en que su población valore que los pusimos en el mapa (por lo menos en el de nuestra comedia), aunque no sobra aclarar que nuestros comentarios siempre son con cariño, y en el marco de un amplísimo respeto.Lo último que quisiéramos, sería un problema con estos hijos de Santander.Eso sí, si en alguna oportunidad piensan en invitarnos a que los visitemos, no olviden que dentro de nuestras exigencias está el talco para Marín. (Por aquello de las altas temperaturas).Si no entienden por qué, regálense este capítulo grabado en vivo en Bogotá y de paso se ilustran sobre nuestras peores cagadas.

Todo que les digamos sobre este capítulo es mentira...No mentira, es molestando.Para nadie es un secreto que hace rato nos metimos a sus corazones...No ¡Mentira! Más que en sus corazones, en sus mentes.¡Ehhh! Mentira...Estamos exagerando.Más bien, desen un aplauso por compartir nuestros capítulos con gente que no nos conozca.Mentira, que se van a aplaudir ustedes mismos.Los tiempos de Dios son perfectos, aunque en honor a la verdad, y en ese orden de ideas, este ha sido nuestro episodio más estupido.¡Mentiras!Al fin y al cabo, más se perdió en la pandemia.

No, no importa el talento de los niños, ni de los viejitos. Y no es que nos nos guste el nombre "Jairo", pero seguro a algunos Jairos, no les gusten nuestros chistes sobre su nombre.Al fin al cabo, de eso se trata: simples e inofensivas opiniones impopulares.

El Rey de las ciudades intermedias, El Charaleño de Oro y El Joven manizaleño de la maleta de sueños se encuentran con su público en vivo para agradecer por sus risas, y regalarle a la humanidad esta pieza erótica educativa.P/D: Estamos encartados con los "Mugs". Info DM.